Se cuenta de Julius Henry Marx (Groucho Marx) que tenía una gran afición por la jardinería, a la cual dedicaba gran parte de su tiempo en aquel pequeño y apartado pueblo de California del Sur.
Por supuesto, allí nadie realizaba su propia jardinería si no que, todos tenían jardineros, los cuales, en su mayoría, eran japoneses.
Pero durante el periodo de la II Guerra Mundial, los jardineros japoneses eran difíciles de encotrar, ya que la mayoría estaban recluidos en campos de concentración.
Un día en que Groucho realizaba actividades de jardinería, una mujer que buscando un jardinero pasaba por allí, detuvo su vehículo y alno reconocerlo debido a su vestimenta, le preguntó:
"¿Cuánto le pagan por cuidar el jardín?"
a lo que Grucho respondió:
"¡Oh, no me pagan nada, pero puedo dormir con la señora de la casa!"