El dueño de la droguería le estaba enseñando al aprendiz cuando entró una cliente:
"¿Me puede dar un paquete de jabón para la colada, por favor?"
El dueño fue a buscar el jabón y volvió con él y con una botella de limpiacristales. La cliente preguntó:
"Bien, realmente sólo necesito el jabón. ¿Para que es el limpiacristales?"
"Mire", dijo el dueño, 'mientras la lavadora hace su trabajo usted puede limpiar las ventanas y ganar tiempo".
"¡Tiene razón. Me llevaré ambas. Gracias!", dijo la mujer.
"Has visto", le dijo el dueño al aprendiz, "he vendido dos cosas en lugar de sólo una y la cliente se fue contenta".
Después de un rato otra cliente entró en la tienda.
"¿Puede darme una botella de lavavajillas, por favor?"
El dueño fue a buscar el lavavajillas y volvió con él y con una botella de limpiacristales. La cliente preguntó:
"Bien, realmente sólo necesito el lavavajillas. ¿Para que es el limpiacristales?"
"Mire", dijo el dueño, 'mientras el lavavajillas hace su trabajo usted puede limpiar las ventanas y ganar tiempo".
"¡Tiene razón. Me llevaré ambas. Gracias!", dijo la mujer.
"Has visto", le dijo el dueño al aprendiz, "otra vez he vendido dos cosas en lugar de sólo una y la cliente se fue contenta. ¿Estás aprendiendo?".
"¡Oh, si señor!", respondió el aprendiz.
"Bien, creo que puedo dejarte sólo a cargo de la tienda mientras tomo un café", dijo el dueño.
"¡Oh, sí señor. Tome su tiempo!", dijo el aprendiz.
Mientras el aprendiz estaba sólo entró una cliente.
"¿Me puede dar un paquete de tampones, por favor?", dijo la cliente.
El aprendiz fue a buscar el paquete de tampones y volvió con él y con una botella de limpiacristales.
La cliente preguntó:
"Bien, realmente sólo necesito los tampones. ¿Para que es el limpiacristales?"
"¡Mire!", respondió el aprendiz, "durante tres o cuatro días que no va ha hacer lo que no va a poder hacer, ¡no me diga que no va a tener tiempo para limpiar los cristales!"