Aquella mujer conducia uno de esos coches antiguos, fabricados por Volkswagen y conocido como 'Escarabajo' debido a su forma (en la parte trasera tenía un motor de cuatro cilindros refrigerado por aire), cuando repentinamente el vehículo se detuvo.
Salió de él, levantó el capó delantero y exclamó:
"¡Oh, no, Dios mio. Alguien me ha robado el motor!"
Un hombre que pasaba por las cercanias, se acercó, levantó el capó trasero y dijo:
"No se preocupe señora, detrás tiene uno de repuesto"