En Libia.-
Como ya he comentado al terminar los estudios trabajé como Subdelegado de la empresa, en Libia. Le dije a mi mujer: "Me voy a libia a hacer dinero y, cuando vuelva me compraré la moto más cara que 'haiga' (y vaya si lo fue). La boda puede esperar".
Y me fui a trabajar a Libia (ya que en España no había trabajo).
Llegué a Trípoli, no al Aeropuerto Internacional de Trípoli si no al Aeropuerto Mundial de Trípoli, que así se llamaba ??? Al llegar, fui llevado por el agente de inmigración, a una habitación (parece que el pasaporte español le hizo dudar) dónde había un teniente ??? de aduanas que pregunto: "España, que país es España? Conozco Libia, Egipto, pero "España?". Y pensar en la escasez de barrenderos (con todos mis respetos a la gente de esta profesión, actualmente denominados 'Técnicos de Limpieza').
Así que, a pesar de llevar toneladas de productos permitidos en el país, como montones de cartones de tabaco, y otros no permitidos, como latas de chorizo que no tenían ninguna marca exterior, se quedó con una pequeña calculadora de esas que tenían rollo de papel, y que el administrativo me había pedido que le llevara y también se queria quedar con mi pasaporte (se lo quité mientras con un signo le explicaba dónde llevaba Caperucita Roja la cestita).
Total que al día siguiente tuve que volver al aeropuerto a recuperar la calculadora, con su valor (unos 10,00 euros) traducido a dinares por un banco libio (otro lío con las pesetas).
Libia es un país desolador del que se decía que "un día en Libia es como tres en el resto del mundo. También se decía que "Si el mundo tenía culo, Libia era el rabo", al jefe, Muamar El Gadafi le llamábamos "El Loco de la Colina" (sin que nos oyera nadie ¡claro!).
También se decia que, "de cada TRES personas que había en la calle (hay tirados con sus chilabas) CUATRO eran policías".
Por aquel entonces, los países 'malos' para el régimen eran USA y Egipto, por eso, cuando en TV daban el pronóstico del tiempo, en lugar de sólo la Gran Yamahiriya Árabe Libia Popular Socialista aparecía todo el mundo, para que se mostrasen Egipto y USA, pintados de negro.
Y aunque una empresa española (Sintel) estaba realizando el sistema telefónico de la ciudad de Trípoli, la verdad es que tenía pinchadas las llamadas con España.
Llamaba a mi novia a España y la llamada tardaba un tiempo en conectarse (el tiempo que se tardaba en pinchar), pero después, llamaba a mi hermana a USA y la llamada se conectaba prácticamente inmediatamente. ?????
También, con mi novia hablabamos en clave. La clave no estaba estipulada, simplemente era lo suficientemente inteligente para saber lo que quería decir. Así, por ejemplo, preguntaba "¿Qué tal el tiempo?", a lo que yo respondía que había hecho mucho calor pero que estaba empezando a refrescar. Y entendía lo que quería decir, que la cosa había estado muy jodi.. (enfrente de la oficina había una comisaría de policía y veía a través de la ventana como sacaban muertos de vehículos y los introducían en esta) pero que las aguas volvían a su curso.
¿Entretenimientos en Trípoli? Más bien pocos. Muchos días los pasaba en el campamento (se supone que la policía no podía pasar) de Sintel, y allí, aparte de cerveza (el alcohol estaba totalmente prohibido. Fabricaban cerveza con productos que pasaban en las bobinas de cable telefónico) también veía películas de vídeo (que también pasaban en las bobinas).
Los domingos, cuando el tiempo acompañaba íbamos a la playa en Zuwarah, playa reservada a los extranjeros. Allí charlabamos y veiamos pasar a los aviones militares, que pasaban, ¡a 100 m. de altura sobre el suelo!
También recuerdo con nostalgia los paseos diarios por la ciudad. Mirar a las terrazas de las viviendas y ver gente que se suicidaba mediante ahorcamiento. ¡Umm. Que recuerdos!
Otras veces veías una cola, de lo que deducias que vendían algo. Como no había nada que adquirir, pues te ponías en la cola. Una vez recuerdo que, adquirí, 10 lavadoras.
Libia era una economía de tipo comunista, es decir, que los bienes se ponían en manos del gobierno, es decir, de 'El Loco de la Colina'. El país no producía nada excepto, petróleo, el cual ya se encargaba el gadafi de cambiar por armas y, sandías. ¡Si! Unas terriblemente grandes sandías, vean la de la 'afoto' que creció sin ningún cuidado. ¡Anda que si la llego a cuidar!
No, no se podía comprar nada, ni tabaco. Mi amigo el cónsul de España me proporcionaba un tabaco muy fuerte de las Islas Canarias llamado Mecánicos y que traía por valija. De este tabaco llegué a fumar tres paquetes al día.
Tuve que dar comisiones. Normalmente eran monetarias en cuentas en Suiza, pero recuerdo a un agente de aduanas que, a cambio de hacer la 'vista gorda', nos pidió tubos y codos de fontanería para el jardín de su casa, productos que no podía encontrar en Libia. Y dónde pidió que se le entregaran. En el aparcamiento del Ministerio de Hacienda ???.
Finalmente deje Libia coincidiendo con el intento N de golpe de estado contra el régimen del Loco de la Colina (enfrente de mi oficina había una comisaría y, que vistas, te asomabas a la ventana y contemplabas como sacaban cadáveres de coches y los metían en ella).
Intentaba conseguir un billete de avión en cualquier compañía aérea (Air France, Swiss Air, etc. Iberia había dejado de operar por problemas del régimen con el delegado de la compañía, amigo mio), pero todas me decían que tenían los vuelos llenos. Llegué incluso a pensar en bajar a la ciudad de Murzuq y cruzar el desierto del Sahara hasta llegar al país del Chad. Finalmente conseguí un billete en Alitalia para volar hasta Roma.
Cuando llegué al Aeropuerto Mundial de Trípoli (los aeropuertos que conozco, como mucho ostentan el calificativo de 'Internacional' pero este, ¡hala! 'Mundial', ¿y por qué no 'Espacial'?), esperaba encontrarlo lleno de gente ya que se suponía que los vuelos estaban llenos, pero no, yo era la única persona tanto en el aeropuerto como luego en el vuelo.
El vuelo de Trípoli a Roma es muy corto pero, a mi, aquel se me hizo eterno. Cuando puse el pie en el aeropuerto de Fiumicino en Roma casi beso el suelo como hacía el Papa Karol Wojtyla (Juan Pablo II).
Pero en el año que estuve en Libia había conseguido mi objetivo. Había logrado sacar del país el dinero suficiente para comprarme la primera 'burra' de inyección que llegó a España.
Escuchen la canción A horse with no name interpretada por el grupo America |